5 características de un directorio

Los directorios son parte imprescindible de la informática porque permiten almacenar y clasificar los archivos de forma organizada para facilitar su acceso y uso. La distribución de los directorios en forma de árbol permite a los usuarios trabajar con archivos y carpetas de forma más sencilla, utilizando un sistema jerárquico intuitivo para acceder a la información.

Los directorios tienen una serie de características comunes que los definen y que son independientes de su tipo o temática.

A continuación, veremos las 5 características de un directorio o contenedor de información ordenada.

Qué contiene un directorio

El principal objetivo de un directorio es el de almacenar información de forma que sea más sencilla su búsqueda y acceso. En un directorio se pueden almacenar archivos de texto, imágenes, vídeos, y cualquier otro tipo de información en formato digital.

Existen muchos tipos de directorios según el tipo de información que se puede almacenar en los mismos, siendo los más utilizados:

• Directorio telefónico. Para guardar datos sobre contactos, principalmente su número de teléfono.
• Directorio web. Para guardar los archivos que conforman una página web o e-commerce.
• Directorio de finanzas. Para almacenar información relacionada con el movimiento de dinero (transacciones, depósitos, etc.).

Estas son las 5 características de un directorio

Un directorio es una colección de información clasificada y organizada de forma específica para facilitar que los usuarios puedan acceder a la información. Existen cinco características básicas que todo directorio cumple, independientemente de su tipo, tamaño o función. 

1. Orden específico

Un directorio es un contenedor de información que está ordenado. Este orden suele seguir una clasificación alfabética para facilitar que los usuarios puedan acceder a la información de forma ágil y eficiente.

Por ejemplo, en un directorio para clasificar documentos, los archivos se guardan por orden alfabético teniendo en cuenta su nombre.

2. Utiliza un sistema jerárquico

La clasificación de la información en un directorio sigue un sistema jerárquico que se compone de varios niveles. El nivel principal se denomina directorio raíz, y de él van surgiendo distintas ramas que incluyen otros subniveles.

El resultado final de la jerarquía de un directorio presenta una forma piramidal o de árbol, donde en la parte superior se encuentra el directorio raíz, desde el cual van surgiendo los distintos niveles de clasificación.

Un ejemplo de este tipo de directorios lo podemos encontrar en un e-commerce donde desde el directorio raíz se crean distintas categorías de productos, dentro de las mismas subcategorías, y así sucesivamente hasta ofrecer al usuario un sistema jerárquico que le facilite el acceso a los productos de la tienda.

3. Es flexible y escalable

Un directorio es un sistema que se adapta a las necesidades de almacenamiento y acceso a la información. Un directorio puede crecer y ampliarse según las necesidades de cada momento, no estando limitado a una cierta cantidad de ramas, categorías o niveles.

Un directorio para clasificar y guardar información de los clientes de una empresa según su zona, puede ampliarse en cualquier momento con una nueva zona si la empresa expande su área de actuación a otras ubicaciones.

Entre las características de un directorio, su flexibilidad y la capacidad de adaptación a cualquier necesidad de organización y almacenamiento de datos, son de las más importantes.

4. Se puede modificar

Un directorio no es un sistema estático que permanece de igual forma a lo largo del tiempo, ya que puede ser modificado en cualquier momento para ampliar o reducir su estructura, añadir nuevas ramas o categorías, reorganizar su estructura, o cambiar su sistema de clasificación, entre otras opciones.

En un directorio se pueden realizar diferentes tipos de operaciones, como inserción, borrado o actualización.

5. Incluye políticas

Un directorio incluye políticas para establecer el tipo de datos que puede almacenar, las operaciones que pueden realizarse con los mismos, y el acceso a la información por parte de diferentes perfiles de usuario.

En un directorio no todos los usuarios pueden acceder a toda la información. Existen diferentes perfiles que cuentan con permisos para poder acceder a diferentes zonas o niveles del directorio.

Por ejemplo, en una empresa los empleados pueden acceder a su base de datos para consultar información necesaria para realizar sus funciones. Pero este acceso no suele estar abierto al 100 % de la información almacenada, sino que cada usuario podrá acceder a aquella información a la que tenga acceso según sus credenciales o tipo de usuario.

Los directorios facilitan la gestión de la información cuando se trabaja con sistemas y archivos informáticos. Las 5 características de los directorios que hemos comentado anteriormente definen esta forma de ordenar, clasificar y almacenar datos, con el objetivo de facilitar su acceso de forma sencilla y rápida.

En el desarrollo web el directorio es fundamental para poder llevar una estructura ordenada de todos los archivos que forman una página web como son las imágenes, los archivos HTML, CSS o JavaScript o los archivos de bases de datos, entre otros.