Tipos de benchmarking y sus diferencias

Por Redacción HostingPlus

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Gracias al benchmarking las empresas pueden mejorar sus procesos internos y establecer nuevas estrategias para conseguir mejores resultados y ser mucho más competitivas en el mercado actual. La comparación con los competidores y con empresas referentes en distintos sectores aporta mucha información de valor para realizar mejoras y optimizar el funcionamiento del negocio, por lo que apostar por el benchmarking es una buena forma de instaurar una cultura de la mejora continua en cualquier empresa.

A continuación, hablaremos sobre qué persigue una empresa con el benchmarking y cuáles son los tipos de benchmarking que existen.

 

Cuáles son los objetivos del benchmarking

En la era digital donde nos encontramos, el mercado es muy volátil y dinámico, con constantes cambios y aparición de nuevos competidores. Las empresas necesitan tener bien definidos sus objetivos, estrategias y procesos para poder ser competitivos bajo este entorno cambiante, pudiendo así aprovechar las oportunidades y tendencias que se presentan en el mercado.

Los principales objetivos que se persigue cuando se realiza una estrategia de benchmarking por una empresa son:

  • Analizar los resultados de la competencia. Con el benchmarking se consigue identificar cuáles son los motivos por los que una empresa de la competencia o de otro sector está logrando grandes resultados y se encuentra en una situación privilegiada en el mercado.
  • Redefinir los objetivos. Los resultados del benchmarking permiten validar si los objetivos de la empresa están correctamente fijados, y si distan mucho de los que persiguen sus principales competidores o empresas de éxito.
  • Desarrollar nuevas estrategias. Con toda la información recogida se pueden establecer mejores estrategias u optimizar las estrategias que ya se están llevando a cabo.
  • Comparar la eficiencia de los procesos. El benchmarking es una buena forma de conocer la eficiencia de los procesos internos del negocio, comparándolos con otros competidores, permitiendo rediseñarlos, o incluso eliminarlos y sustituirlos por nuevos.
  • Establecer un nivel de calidad. Con el benchmarking las empresas establecen un nuevo nivel de calidad de sus productos y servicios.

 

Tipos de benchmarking

Dentro del benchmarking tenemos cuatro tipos principales que se utilizan para mejorar los procesos y conseguir que la empresa tenga un funcionamiento óptimo y sea más competitiva.

 

Benchmarking competitivo

El tipo competitivo es el benchmarking que se enfoca en conocer la situación de la empresa en relación con sus principales competidores. Se persigue comparar los procesos y el desempeño actual del negocio con sus principales competidores, y así identificar aquellos fallos o errores que se están cometiendo para poder realizar las acciones necesarias para corregirlos.

El benchmarking competitivo es el más utilizado por las empresas, realizando un estudio y análisis profundo sobre sus principales competidores, evaluando sus productos, servicios y forma en la que realizan las cosas.

El benchmarking competitivo, por ejemplo, es ideal cuando se va a realizar un lanzamiento de un nuevo producto en el mercado, o cuando se va a entrar en un nuevo mercado.

 

Benchmarking funcional

Este tipo de benchmarking abre el foco y también incluye en el estudio a empresas de otros sectores o áreas que destacan por sus buenos resultados, aunque no compitan directamente con la empresa.

El benchmarking funcional pretende obtener información de empresas que destaquen y lo están haciendo bien, independientemente del sector en el que operen. Cualquier empresa con buenos resultados y posición en el mercado, tiene algo que aportar de valor.

 

Benchmarking interno

Cuando se habla del benchmarking interno se hace referencia a la comparativa entre distintos departamentos de la propia empresa. El objetivo es aplicar las prácticas y procesos que se están realizando en un área de la empresa que está aportando grandes resultados, a otras áreas que no son tan eficientes.

Este tipo de benchmarking potencia y optimiza las tareas y procesos que realiza la empresa en sus distintas áreas, mejorando la comunicación entre departamentos y maximizando los resultados.

 

Benchmarking genérico

El benchmarking genérico es similar al funcional, pero centrándose en algunos aspectos concretos interesantes para el negocio, de una empresa que no es competidora directa. Por ejemplo, se estudia el proceso de atención al cliente de una empresa de telefonía, para aplicar sus mejores prácticas en un eCommerce de venta de productos tecnológicos. Aunque ambas empresas son diferentes y no compiten entre sí, el benchmarking genérico permite implementar un proceso concreto que está dando grandes resultados a una empresa, en otra empresa que opera en un diferente sector.

 

El benchmarking es una herramienta muy útil para las empresas que les permiten mejorar sus procesos internos y externos, siendo referentes de éxito en el mercado. Entre los cuatro tipos de benchmarking que existen, el competitivo es el más utilizado, ya que se aplica cuando una empresa quiere lanzar un nuevo producto o servicio, o quiere introducirse en un mercado inexplorado.

Aunque el benchmarking se suele asociar a grandes empresas, esta herramienta es una gran solución para cualquier negocio, pues le permite identificar qué están haciendo bien sus competidores y mejorar sus propios procesos con esa información.